Partiendo de la definición que nos proporciona la lectura de Alvarado, “Metacognición: Conocer sobre lo que conocemos y cómo lo aprendo”, es que proporciono algunos ejemplos de la manera en que puede generarse la metacognición en los procesos educativos a distancia.
En un curso a distancia se dan a conocer los objetivos, lo que se espera que el alumno aprenda al revisar y poner en práctica ciertos contenidos. Entonces, al término del curso se revisan esos objetivos y se indica de manera específica lo que ha aprendido y de lo que es capaz, de esta manera se está haciendo consciente al alumno de lo que ahora sabe, se está generando en él el proceso de metacognición.
También, si se está cursando por ejemplo Matemáticas II, hay uno que lo antecede, Matemáticas I, entonces cuando se esté desarrollando cierto tema pueden esos contenidos acompañarse de hipertextos que indiquen los conocimientos que ellos ya revisaron y que les servirán para aprender lo nuevo, de esta manera el alumno se da cuenta de lo que ya sabe y una de sus utilidades. O bien, esos hipertextos pueden contener retroalimentaciones que enriquezcan los contenidos, que faciliten el aprendizaje e indicar de manera puntual qué es lo que ha aprendido.
Una situación más puede ser cuando se deja una lectura de análisis reflexión y se les indica a los estudiantes que hagan un reporte, el alumno ya sabe la manera en la cual se le facilita la comprensión de contenidos, bien puede hacer una cuadro sinóptico, un mapa mental, subrayar, etc. El alumno al elegir alguna de estas opciones está utilizando su metacognición ya que sabe la manera en la cual se le facilita hacer el análisis y reflexión al revisar ciertos contenidos.
